3 jun 2011

Más que apatía...

Llamó mi atención escuchar por ahí: “Puerto Vallarta, ciudad de las artes 2011”; comenté al respecto y se generó un debate de esos que ya tienen conclusiones claras e implícitas pero que nadie llega a ellas, -como a propósito-.

Las actividades que nuestro puerto ha enmarcado desde enero del presente año, se han visto afectadas por un fenómeno que ocupa ya las cabezas de los “intelectuales” y especialistas, en orden de combatirlo: la falta de interés en las personas por involucrarse en estos acontecimientos; ergo, apatía.

A pesar de los múltiples esfuerzos emprendidos por los sectores académicos, artísticos y culturales de la región, tanto en el ámbito de creación como en el de divulgación, es imposible dejar de observar el desinterés en la sociedad por envolverse, contribuir o ser participes de estos tópicos.

Como en una cuestión de oferta – demanda o mercadológica; aún con los diferentes foros, plataformas y medios que ahora existen para la presentación de intenciones de calidad, empero que el factor creativo continúa siendo una esfera que merece atención, apoyarla y desarrollarla; el problema ha empezado a radicar en el consumidor al que los resultados van dirigidos: ¿Porqué los públicos no acuden?, ¿las convocatorias están mal diseñadas?, ¿de dónde emana la problemática, del codificador, del canal?, ¿el problema viene acaso de los mismos receptores?.

En muchos de los casos, éste tipo de actividades, son de carácter gratuito o requieren de una aportación apenas simbólica o de recuperación, son altruistas, patrocinados, apolíticos, con muchos y buenos talentos involucrados; y, aún así, apenas volteados a ver por el grueso poblacional. Otro tipo de eventos, sin embargo, cumplen con creces todo el proceso, a pesar de no ser precisamente cualitativos o piezas nuevas para el acervo personal o social.

Para la temática que atañe, entonces, aún con las ofertas en la mesa, sigue sin existir un número considerable de demandantes.

Después de las candentes opiniones y pseudoconcluir que todos somos culpables, esos planteamientos, me condujeron a establecer la siguiente hipótesis:

La falta de participación colectiva es un problema sociocultural y educativo.

No la comprobaré, ¡que flojera!, además, ya casi es hora del concierto de Daddy Yankee y Ninel Conde.

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