3 sept 2010

Fragmentos...

       "Queremos únicamente preconizar la verdad, la verdad de hoy, no la verdad de ayer, ya que la verdad de mañana será obra seguramente de otra generación.

       Concibo que la universidad es una comunidad de cultura por su esencia. Tiene un doble fin: el primero y el fundamental, contra todo lo que pueda alegarse es éste: enseñar; el segundo: investigar.

       Si la universidad no obra para el bien público, nada valdrá, si no sirve a la comunidad, debe desaparecer.

       No es posible enseñar sin transmitir un criterio, y no es posible tener criterio sin saber cuál va a ser esté.

       Lo que acontece actualmente es que los estudiantes, por su inteligencia natural, por la edad en que se hallan, son simuladores de todos los pensamientos, según los diversos criterios de los catedráticos, pero sin tener una opinión propia. Salen, pues, a la calle sabiendo, como resultado de su paso por la universidad, solo un principio de moral que es inmoral: la vida depende de la habilidad que se despliegue en la lucha.

       Simulador en la escuela, sigue siendo simulador en la vida, con una única preocupación: la de hacer fortuna o la de tener éxito personal en cualquier empresa; el fondo de la vida queda para él definitivamente cubierto; el problema de contribuir a crear un mundo mejor se convierte en causa de sonrisa escéptica y burlona o en un pequeño remordimiento que ahoga rápidamente con argumentos que siempre la autosatisfacen.

El que no reciba una orientación previa, la recibirá después en forma dramática."



RUMBO DE LA UNIVERSIDAD
Antonio Caso
Vicente Lombardo Toledano

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